Ciudad de México, capital conocida por ser una de las más pobladas aunque de las más contaminadas también y es que unos veinte millones de habitantes hacen vida en la principal urbe mexicana dejando partículas de cualquier gas contaminante en su ecosistema con tal de moverse, iluminar y subsistir. Todos quieren estar allí aunque eso nos represente, al parecer, una muerte lenta y silenciosa.  

Actualmente la ciudad dobla cualquier número límite impuesto por la Organización Mundial de La Salud generando alertas ambientales constantes que tratan de ser corregidas con medidas temporales y tibias como fomentar el uso del transporte público gratuito mientras dure una contingencia. Una realidad que no es ajena a otras ciudades de la República como Monterrey, la más contaminada de América Latina, Guadalajara, Toluca y Salamanca, entre otras, cuyas variaciones de partículas en suspensión van entre los 86 pm10 y los 41 pm10.  

“Es necesario un cambio en el paradigma del transporte, pues por un lado se debe reducir el uso del automóvil particular y por otro, impulsar nuevos estilos de vida en materia de movilidad, como es caminar más, andar en bicicleta, usar transporte público e impulsar el uso de autos eléctrico o híbrido”. Así lo aseguró el secretario de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, Fernando Rubio Quiroz quien aclara que las medidas que se tomen deberán ser permanentes y no temporales como viene ocurriendo.  

Energías renovables, una respuesta poco conocida. 

La energía renovable es aquella que no genera gases contaminantes y cuya fuente viene de la propia naturaleza. 

Sabemos del agua, del aire y del sol pero el cómo lograr su transformación en energía limpia de manera permanente se ha tornado en un enigma contestado por algunos y divulgados por pocos ante la presión de grandes multinacionales ligadas a la producción de combustible fósil. Enrique Cabrero Mendoza, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología dijo que "México tiene un compromiso de ir sustituyendo parte del uso de los combustibles fósiles en los próximos años y vamos avanzando en esa dirección," además resaltó que en 2016 se invirtieron tres mil millones de pesos en los Centros Mexicanos de Innovación en Energía para incrementar el uso de fuentes alternativas. 

El sol sale par todos

Sonará algo lógico recalcar que el agua dura hasta que se acabe y sí, así también es la vida y aunque lo sabemos muchos parecieran vivirla sin recordar que todo tiene su final. Derroche, sedentarismo y exceso en todo, acelera ese desenlace que nadie quiere; terminar con su vida.  

El agua está allí y la tenemos como un recurso renovable pero también se acaba. La contaminación, la tala y las desviaciones de sus cauces llevan a que la generación de energía por hidroeléctricas sea costosa y perjudicial para el medioambiente en algunos casos. El petróleo pasa a un segundo plano cuando el agua es la moda; la innovación y lo ecológico. Así era el petróleo hace años y ya se está terminando. ¿Pasará lo mismo con el agua? No en vano dicen que las guerras del futuro serán por el preciado líquido. 

Mirando al cielo muchos buscan respuestas y algunos visionarios entendieron que allí está su respuesta. El sol iluminó su mente y despejó grandes interrogantes donde, salvo en un día muy nublado o noche, esa fuente de energía siempre estará allí y cuando no está ya había recargado para muchas horas de energía y movimiento. 

Hoy, principalmente China, se han posicionado como los principales generadores de energía renovable y estudios de Greenpeace, por ejemplo, afirman que para el 2030 dos tercios de la población utilizará energía proveniente de celdas solares mientras que el Consejo de Energía Mundial estima que hacia el 2100 un 70% de la humanidad tendrá energía solar. 

Aunque dichas cifras son alentadoras y de gran expectativa, en lo local, según el último reporte sobre el avance de energías limpias de la secretaría de Energía de México y a pesar de la inversión, demuestra que el trabajo de conversión es lento. México todavía genera el 80 % de su energía desde la explotación petrolera mientras sólo el 15.86 % proviene de fuentes renovables quedando un año para cumplir la meta trazada en la Ley de Transición Energética impuesta por el legislativo. 

¿Qué dice la ley?   

Promulgada en el año 2015, la norma establece que para el 2018 el país deberá generar, al menos, un 25% de su energía desde recursos renovables como hidroeléctricas, molinos eólicos, plantas solares y geotérmicas o biogás mientras para que el 2024 la meta es de 35 puntos porcentuales y un sesenta al 2050. 

¿Ejemplos a seguir? 

Si bien el camino es lento hacia la conversión a energías limpias también es cierto que países industrializados buscan la manera de no detener su desarrollo pero sí continuar de una manera más amigable con el ecosistema. Quieren ganarle la carrera a la contaminación y salen ejemplos tangibles. El precio de algunas piezas para los módulos de captación energética se ha reducido en un 20 por ciento, debido a que se fabrican en China donde el gobierno promueve su producción a través de exenciones fiscales.