No hay crisis que dure cien años ni energía solar que no lo solucione
- 17/03/09
- Noticias de la industria
El gigante sudamericano está herido pero sanando poco a poco. Las diatribas políticas y los casos de corrupción contaminaron el crecimiento económico en Brasil generando recesión donde el sector eléctrico también iluminó a media máquina su consumo.
“El excedente de energía eléctrica de Brasil está siendo revaluado ya que no es tan grande como se había anunciado y hay indicios de ello.” Eduardo Azevedo, secretario de planificación del Ministerio de Minas y Energía de Brasil también señaló que la debacle económica que padece la nación ha sido la peor en un siglo donde la demanda de electricidad genera una expectativa de más de 9 gigavatios de superávit energético para 2020.
Es valido recordar que si bien la crisis en Brasil se agudizó en agosto de 2016 con la salida de Dilma Rousseff del gobierno tras ser declarada culpable del delito de responsabilidad en el maquillaje de las cuentas fiscales y la firma de decretos económicos sin aprobación del Congreso, la debacle económica viene desde hace años cuando ya, en 2013, las protestas de calle contra Rousseff pronosticaban un futuro negro en materia económica y social. Según datos revelados esta semana por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), su economía se contrajo un 3,6% en 2016, cifra que se profundiza con la caída del 3,8% del PIB de 2015. De esta manera, la recesión se convirtió en la más aguda desde los años treinta cuando la actividad económica retrocedió 2,1% y 3,3%, respectivamente.
¿Qué hacer?
Este panorama negativo busca ser remediado por la actual administración de Michel Temer y, aunque pareciera no tenerla nada fácil, tampoco se queda de brazos cruzados y trabaja, por sectores, que buscan despertar los bolsillos de sus habitantes. El plan que tiene la cartera de Minas y Energía, por ejemplo, es dar en marzo, el tamaño y parámetros de la subasta energética para fuentes limpias que se realizaría a mediados del mes de septiembre.
Según Rodrigo Sauaia, director ejecutivo de la Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica, “hay cabida para nuevos proyectos de energía, incluso en el escenario actual” ya que la energía renovable podría reemplazar, parcialmente, a las plantas termoeléctricas existentes más costosas. Proyectos que tendrían más viabilidad a mediano plazo ya que el gobierno viene estudiando la posibilidad de reducir impuestos para los insumos de energía renovable.
Empleo ante la crisis
A pesar de la recesión en Brasil, y que no escapa a gran parte de mundo aunque en proporciones y razones diferentes, la energía fotovoltaica es una válvula de oxígeno para aminorar los efectos de la crisis convirtiéndose, dentro de un mundo cambiante, en la piedra angular de estas transformaciones positivas en favor del medio ambiente pero también de las economías.
Según el informe de la Agencia Internacional de Energía, en 2015, Los países con el mayor número de empleos de energía renovable fueron China, Brasil, Estados Unidos, India, Japón y Alemania siendo la energía solar PV la que más empleos generó con casi tres millones de nuevos puestos laborales en todo el mundo representando un aumento del 11% con respecto a 2014.
Como dato adicional, en una encuesta recientemente publicada por Datafolha, evidencia que el 80% de los consultados en Brasil, saben que pueden generar su propia energía eléctrica mientras el 72% estaría dispuesta a hacerlo.
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